El Último Adiós De Svetlana Kasyan Al Papa Francisco

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El mundo despidió este 21 de abril de 2025 a una de las figuras más influyentes y queridas de los últimos tiempos: el Papa Francisco. El Sumo Pontífice, nacido Jorge Mario Bergoglio, falleció a los 88 años en la Casa Santa Marta del Vaticano, víctima de un ictus cerebral fulminante seguido de un colapso cardiovascular, según confirmó el Vaticano en un comunicado oficial.

Más allá de su papel como líder de la Iglesia Católica, Francisco fue también un ser profundamente humano, cercano, amante del arte, la literatura y, en especial, de la música. Fue precisamente a través de la música que cultivó una relación única y conmovedora con la soprano rusa Svetlana Kasyan, a quien él mismo llamó en vida su cantante de ópera favorita.

En diciembre de 2021, durante la celebración de su 85º cumpleaños, Francisco recibió de Kasyan un regalo cargado de simbolismo: un álbum titulado Fratelli tutti, en honor a su encíclica homónima, que incluía una selección de piezas clásicas y populares en varios idiomas. Entre ellas destacaba La Cumparsita, el tango argentino que el Papa solía reconocer como su favorito.

El encuentro entre ambos no fue aislado. A lo largo de los años, el Pontífice y la artista compartieron momentos significativos, en los que se evidenciaba una profunda conexión espiritual. En 2019, Francisco otorgó a Kasyan la Orden de San Silvestre, uno de los máximos reconocimientos del Vaticano a laicos por su servicio a la Iglesia.

Tras confirmarse la muerte del Papa, Kasyan publicó en su cuenta oficial de Instagram una fotografía junto a su familia y el Santo Padre, acompañada de un mensaje profundamente personal:

“Nunca tuve un padre biológico, pero el Papa llenó mi alma de luz, mi voz de fuerza y mi corazón de fe en la bondad y la verdad... Le amamos profundamente. Santo Padre, ruega por nosotros.”

Francisco, quien en vida pidió a la soprano que cantara “solo para Dios y para difundir el bien”, encontró en Kasyan una aliada en su misión de llevar belleza y esperanza al mundo, incluso más allá de las fronteras religiosas.

La despedida de Svetlana es también la de millones de fieles que hoy lloran la partida de un Papa que supo hablar con el corazón, y que dejó una huella imborrable tanto en la historia de la Iglesia como en la sensibilidad de quienes encontraron en él un líder cercano, humano y lleno de luz.