Lady Gaga Hizo Historia En Río

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La playa de Copacabana fue testigo de una noche legendaria. El sábado 3 de mayo, Lady Gaga ofreció un concierto gratuito que rompió todos los esquemas y marcó un antes y un después en la historia de los espectáculos en vivo.

Más de 2 millones de personas según estimaciones, entre 2,1 y 2,6 millones colmaron la icónica playa de Río de Janeiro para ver a la superestrella en un evento que superó ampliamente el récord anterior y posicionó a Gaga como la artista con el show en solitario más grande jamás registrado.

La cantante abrió el espectáculo con un imponente vestido rojo y los primeros acordes de "Bloody Mary", encendiendo a la multitud desde el primer momento. Luego siguió con "Abracadabra", uno de los sencillos de su nuevo álbum Mayhem, lanzado en marzo. El repertorio combinó nuevos lanzamientos con clásicos que hicieron vibrar a su legión de seguidores, conocidos como los “little monsters”.

El concierto no solo fue un éxito artístico, sino también un impulso económico para la ciudad: se calcula que generó alrededor de 100 millones de dólares, un impacto mayor al logrado por Madonna en su presentación del año anterior en el mismo lugar.

La organización desplegó un operativo de seguridad sin precedentes: más de 5.000 agentes, drones de vigilancia y cámaras con reconocimiento facial garantizaron la tranquilidad de un evento de dimensiones colosales.

Entre la multitud, no faltaron historias de devoción. Desde personas que acamparon durante días hasta fans que viajaron miles de kilómetros como un joven estudiante que recorrió 3.000 km para ver a su ídola, el fervor fue tan impresionante como el espectáculo en sí.

Lady Gaga no se presentaba en Brasil desde 2012. Su regreso, tras cancelar por motivos de salud una presentación en 2017, fue recibido con una ovación que difícilmente se olvide. Su vínculo con el público brasileño, especialmente con la comunidad LGBT+, quedó más fuerte que nunca.

Frente a este éxito, el alcalde de Río ya planea repetir la fórmula en los próximos años. Incluso ha mencionado la posibilidad de convocar a U2 para un próximo show gratuito en mayo, buscando posicionar estos eventos como una tradición turística clave en la ciudad.

La noche del 3 de mayo no fue solo un concierto: fue un fenómeno cultural, un récord global y una celebración colectiva sin precedentes.