Misión Imposible Para Hollywood El Final De La Saga

✨Cine✨

Lo que empezó como una de las apuestas más ambiciosas de la industria, hoy es un caso de advertencia. “Mission: Impossible – The Final Reckoning”, octava entrega de la exitosa saga protagonizada por Tom Cruise, está haciendo historia, pero no como imaginaban sus creadores: el filme enfrenta pérdidas millonarias y podría convertirse en el mayor fracaso financiero para una franquicia que durante casi tres décadas desafió los límites del cine de acción.

Con un presupuesto de 400 millones de dólares el cuarto más alto jamás registrado y otros 150 millones invertidos en promoción, Paramount Pictures apostó por un éxito sin precedentes. Sin embargo, para apenas cubrir costos, la película tendría que recaudar 1 billón de dólares en taquilla global, una meta nunca alcanzada por ninguna entrega anterior. A pesar de los esfuerzos, tras cuatro semanas de estreno, los ingresos rondan los 506 millones y las proyecciones estiman un techo de 650 millones, muy por debajo de lo esperado.

¿Cómo se llegó hasta aquí?

El rodaje de “The Final Reckoning” fue un cúmulo de desafíos: la pandemia de COVID-19 paralizó la filmación en varias ocasiones, accidentes y problemas técnicos incrementaron los gastos, y las huelgas de Hollywood en 2023 detuvieron la producción durante ocho meses, obligando al estudio a mantener costosos sets incluido un submarino de 25 millones de dólares a la espera de poder retomar el rodaje. Incluso Tom Cruise tuvo que aportar de su bolsillo para mantener al equipo protegido y a salvo.

A esto se suma el cambio en los hábitos del público: mientras que antes la acción y el espectáculo llenaban cines, hoy más espectadores prefieren ver películas en casa. Además, la competencia por salas premium es feroz y los estrenos familiares, como el de “Lilo & Stitch” de Disney, han desplazado a franquicias clásicas en las preferencias de la audiencia joven.

El caso de “Mission: Impossible” es más que una cifra en rojo: refleja una nueva realidad en Hollywood, donde la fatiga de franquicias, los presupuestos desbordados y el cambio en los consumos marcan el inicio de una era de mayor cautela. Paramount, consciente del valor a largo plazo de la saga en plataformas de streaming, ha mitigado parte del golpe compartiendo riesgos y asegurando el legado de Ethan Hunt para nuevas generaciones de espectadores.

Pero el mensaje es claro: el futuro del cine puede estar en producciones más compactas, inteligentes y humanas. Quizás la verdadera “misión imposible” sea volver a conectar con un público que busca algo más que efectos especiales.