Ozzy Osbourne Dice Adiós Con Black Sabbath En Birmingham

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El 5 de julio de 2025, el universo del rock presenció el cierre de una era. Ozzy Osbourne, emblema inconfundible de Black Sabbath y uno de los grandes arquitectos del heavy metal, ofreció su último concierto en Birmingham, la ciudad que lo vio nacer como artista y como leyenda. Ante más de 40 mil espectadores y una constelación de celebridades, el “Príncipe de las Tinieblas” se despidió con un espectáculo que quedará en la memoria colectiva de la música.

Una Despedida Cargada de Historia y Emoción

El evento “Back to the Beginning” fue mucho más que un simple concierto. Fue el reencuentro definitivo de Black Sabbath en su alineación original: Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y Ozzy Osbourne, juntos sobre el escenario para interpretar himnos como “War Pigs”, “Iron Man” y “Paranoid”. Dirigido musicalmente por Tom Morello, la velada reunió a figuras icónicas como Steven Tyler, Jason Momoa y Ron Wood, todos rindiendo tributo a un legado insuperable.

Osbourne, afectado por el Parkinson desde 2020 y recuperándose de varias cirugías, subió al escenario sentado en un trono especialmente diseñado con la silueta de un murciélago, símbolo inseparable de su carrera. Pese a las limitaciones físicas, Ozzy derrochó pasión y entrega, recordando a todos por qué es una leyenda.

El Rock como Acto de Resiliencia

La vida reciente de Ozzy Osbourne ha sido un ejemplo de resiliencia. Su diagnóstico de Parkinson, las múltiples intervenciones quirúrgicas y la cancelación de giras no lograron silenciar su voz ni su deseo de conectar con el público. Sharon Osbourne, su esposa y mánager, fue clave en la organización de este último adiós, motivando al músico a prepararse física y mentalmente para el reto.

El concierto también fue solidario: las ganancias se destinaron a causas como Cure Parkinson’s y hospitales infantiles, reflejando el compromiso de Osbourne y su entorno con quienes enfrentan adversidades similares.

Cierre de un Capítulo, Nacimiento de un Legado

“Estamos listos para vivir sin itinerarios, para simplemente disfrutar el día a día”, afirmó Sharon Osbourne tras el concierto, dejando claro que ambos se retiran de los compromisos públicos. Para Ozzy, ahora comienza una etapa marcada por la gratitud y la introspección, pero el eco de su voz y su rebeldía permanecerán en la historia de la música.

El adiós de Ozzy Osbourne no es solo el final de una carrera irrepetible; es el recordatorio de que el arte puede ser refugio, bandera y motor, incluso cuando el cuerpo exige parar. La ovación en Birmingham no fue solo para un ícono, sino para un hombre que, hasta el último acorde, se entregó sin reservas.