Robbie Williams Y La Enfermedad De Los Piratas

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El cantante británico Robbie Williams atraviesa uno de los momentos más complejos de su vida personal y profesional. En una entrevista reciente con el diario The Mirror, el exintegrante de Take That reveló que comenzó el año 2025 con una recaída inesperada en su salud mental, luego de más de una década de estabilidad emocional.

"El año comenzó con una mala salud mental, algo que no había tenido desde hacía mucho tiempo. Estaba triste, ansioso, deprimido", confesó Williams, de 50 años. La situación se agravó debido a un contexto familiar difícil: su padre fue diagnosticado con demencia, su madre enfrenta párkinson y su suegra lucha contra un cáncer de cuello uterino.

Pero además de lo emocional, su salud física también se vio afectada. El artista reveló que, tras dejar de comer durante un tiempo, fue diagnosticado con escorbuto, una enfermedad asociada históricamente con marineros del siglo XVII por falta de vitamina C. “No estaba recibiendo nutrientes. Me dio una enfermedad de piratas”, dijo con humor negro.

Williams explicó que había comenzado un tratamiento para suprimir el apetito y bajar de peso, mencionando que usó un medicamento similar al conocido Ozempic. En paralelo, habló sobre su lucha con la dismorfia corporal, un trastorno que distorsiona la percepción propia. "Cuando la gente dice que estoy demasiado delgado, yo lo interpreto como un cumplido. Para mí, es ‘misión cumplida’”, declaró.

A pesar de estos desafíos, Robbie continúa enfocado en su carrera. Se prepara para iniciar su gira europea el 31 de mayo en Edimburgo, con paradas confirmadas en Londres, París, Ámsterdam, Viena y más ciudades. Todo esto mientras aún se percibe el eco del estreno de su biopic Better Man, lanzada en 2024.

En sus declaraciones, también destacó el papel fundamental que su esposa, Ayda Field, y sus cuatro hijos han tenido en su proceso: “Somos una unidad. Están siendo mi ancla en medio de todo esto”. Williams dejó en claro que su prioridad hoy es mantenerse estable, cuidarse y no volver a las conductas destructivas del pasado. “Antes era caos. Ahora quiero estar bien, no causar daño a nadie, ni a mí mismo”, concluyó.

Con honestidad y sin filtros, Robbie Williams ofrece una mirada cruda a los efectos de la fama, la presión estética y las batallas internas que muchas veces se viven en silencio. Su historia refleja que incluso las estrellas más brillantes atraviesan tormentas, pero también encuentran formas de reconstruirse.